CIUDAD DE MÉXICO — Las naciones de América Latina y el Caribe, junto con economías que dependen en gran medida del transporte de carga, enfrentan graves impactos climáticos y de salud debido a los camiones diésel. Un nuevo análisis señala acciones e intervenciones clave que el sector financiero y estos gobiernos nacionales deben tomar actualmente para acelerar la adopción de transporte de carga de cero emisiones.

El reporte “Ampliando el acceso a financiamiento para camiones de cero emisiones en América Latina y el Caribe” revela que se requiere una rápida adopción de camiones de cero emisiones (ZETs, por sus siglas en inglés: ‘Zero Emission Trucks’) en la región para mantener e incrementar la economía del transporte de carga por carretera (autotransporte) y al mismo tiempo mitigar los impactos negativos de las emisiones de  camiones diésel en comunidades. El transporte de carga, que representa hasta el 4 por ciento del producto interno bruto de los países de América Latina y el Caribe, ayuda a impulsar el crecimiento económico en la región. Al mismo tiempo, los camiones de carga representan cerca del 27 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del transporte por carretera, más del 60 por ciento de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOX) y más de la mitad de las emisiones de partículas (PM2.5); emisiones con graves repercusiones para la salud humana.

Para desvincular el crecimiento económico de la contaminación causada por vehículos diésel, el análisis muestra cómo las Instituciones Financieras de Desarrollo Internacional (IFDIs) pueden acelerar la adopción de ZETs proporcionando financiación asequible, a través de acciones clave, para aumentar la financiación con condiciones favorables de ZETs e infraestructura de carga, acelerar la electrificación de grandes flotas, garantizar nuevas inversiones en autopistas e infraestructura de la red eléctrica que estén preparadas para el futuro, y brindar apoyo a los pequeños propietarios-operadores.

“La inversión en camiones de cero emisiones en la región está en sus inicios. Para poner esto en perspectiva, el financiamiento movilizado para este segmento por las IFDIs en los últimos cinco años fue sólo el 0,001 por ciento de lo que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) movilizó por sí solo para el desarrollo de carreteras. La tecnología está lista, las flotas lo demandan y las IFDIs pueden acelerar este mercado como ya lo han hecho con los autobuses eléctricos”, dijo Ricardo García Coyne, director de programa de CALSTART, coautor del análisis junto con Grupo Emobilitas.

El análisis también concluye que los gobiernos nacionales tienen un papel fundamental que desempeñar, ya que pueden facilitar el acceso a financiación asequible al reducir las incertidumbres del mercado a través de regulaciones y otros mecanismos clave, incluyendo los ZETs en las negociaciones estratégicas nacionales con bancos de desarrollo y otras instituciones globales, además de profesionalizando el sector del transporte de carga.

“Muchos países de América Latina y el Caribe están muy familiarizados y son muy vulnerables a los impactos del cambio climático. A pesar de no haber contribuido a las emisiones globales en la medida que lo han hecho los países del Norte Global, muchos están liderando soluciones, como Chile por ejemplo, con la introducción de estándares de eficiencia energética. Quieren garantizar el clima, el aire limpio y los beneficios económicos que todos sabemos que estas tecnologías pueden ofrecer”, dijo Stephanie Kodish, directora senior de CALSTART y líder de su programa y campaña global Drive to Zero para vehículos comerciales (Drive to Zero^TM).

En la región, seis países ya están demostrando su compromiso para acelerar su futuro de transporte libre de emisiones. Aruba, Chile, Curazao, República Dominicana, Sint Maarten y Uruguay son signatarios del Memorándum de Entendimiento Global (Global MOU, por sus siglas en inglés: Memorandum of unsterdanding) sobre Vehículos Medianos y Pesados de Cero Emisiones, que establece un objetivo de lograr el 100 por ciento de las ventas de nuevos vehículos medianos y pesados de cero emisiones para el 2040, con un objetivo intermedio de 30 por ciento de ventas para el 2030. A través de esta iniciativa global, co-liderada por el gobierno de los Países Bajos y CALSTART/Drive to Zero, estos países y otros alrededor del mundo están trabajando de manera colaborativa para alcanzar esta ambiciosa meta.

“Muchos innovadores del sector privado en América Latina están listos para aprovechar los beneficios económicos, laborales y operativos que traen consigo los camiones de cero emisiones. Con las herramientas financieras y políticas adecuadas, las empresas pueden fortalecer su liderazgo global, así como obtener beneficios económicos, climáticos y de salud al adoptar camiones de cero emisiones”, dijo Gustavo Jiménez, director ejecutivo de Grupo Emobilitas y coautor del reporte.

En México, por ejemplo, Grupo Modelo (Anheuser-Busch InBev), en asociación con Element Fleet Management y Megaflux (aval del MOU global), implementó la primera flota de camiones eléctricos pesados en el país en 2021. Un año después, Grupo Bimbo anunció la adquisición de 1,001 vehículos eléctricos de reparto adicionales para la distribución de productos en México, convirtiéndose en la empresa con mayor número de vehículos eléctricos en América Latina (más de 2.300 al  año 2023). Estos son dos ejemplos, entre muchos, de gestores de flotas que muestran un fuerte compromiso para reducir su huella de carbono. Aumentar el acceso a la financiación no sólo acelerará la velocidad de la transición, sino que también garantizará que las economías emergentes y las pequeñas flotas formen parte de la solución.

Sobre el programa Drive to Zero

El programa y la campaña global Drive to Zero sobre vehículos comerciales de CALSTART (Drive to Zero^TM) están diseñados para catalizar el crecimiento del segmento de camiones y autobuses de cero emisiones.

Contacto Stephanie Kodish: [email protected]